Las suculentas están consideradas como plantas de bajo mantenimiento, sin embargo, el clima frío del invierno puede ser perjudicial para ciertos tipos de suculentas. Desde el momento que comienza a bajar la temperatura debemos tomar medidas para proteger a las suculentas de los daños del invierno y asegurarnos de que luzcan hermosas y sanas cuando llegue la primavera.
Las plantas suculentas y cactus son aptas para crecer en zonas áridas y secas ya que sus hojas y tallos son capaces de retener agua. Sin embargo, algunas especies de suculentas son más resistentes y tolerantes al frío. No obstante, esto no quiere decir que estén exentas de sufrir los daños del invierno.
Te damos algunos consejos para cuidar bien tus plantas suculentas en invierno.
1. Fertilízala una última vez al final del verano
Las suculentas solo necesitarán fertilizante diluido mientras estén creciendo activamente. Una vez que dejen de crecer, se deben dejar de alimentar en el año y dejarlas tranquilas para su periodo de latencia. Un exceso de fertilizante provoca que las suculentas desarrollen hojas débiles, lo que las hace propensas a pudrirse.
2. Luz solar indirecta
La luz solar es extremadamente importante para las suculentas. Coloque las suculentas latentes en un área que recibe entre 3 y 4 horas de luz diarias. En el invierno necesitarán menos luz que cuando se mantienen activas en crecimiento durante el verano. De esta forma sobrevivirán con luz indirecta.
3. Llevarlas al interior
Sobretodo en climas muy extremos es recomendable, en la medida de los posible, mudar las plantas suculentas a un acogedor espacio interior y mantener la temperatura del espacio entre los 10 y 13 grados Celsius (50 a 55 Fahrenheit) en el invierno. Muchas suculentas, como la Aeonium no toleran temperaturas inferiores.
4. Regar más profundo y menos frecuente.
Vierta agua en la parte superior del contenedor de la suculenta hasta que drene el fondo. Durante el invierno deben regarse con mayor profundidad aunque con menor frecuencia. Las plantas latentes no necesitan tanta agua como cuando están creciendo activamente. Riegue cada mes o cada dos meses, dependiendo de la especie y del suelo.
5. Obsérvelas
Compruebe las hojas cada vez, a fin de que no las asedien áfidos o insectos escama, estos lucen como pequeñas bolas de algodón. Revise bien bajo las hojas. De estar infectada la suculenta, aparte de las otras plantas. Rocíe, con una botella de spray, una mezcla de 3 partes de alcohol y una de agua, en la suculenta para matar las plagas. Repita el procedimiento hasta que las plagas hayan sido completamente exterminadas. Mantenga las suculentas infectadas aisladas durante un par de semanas, previniendo que los insectos hayan sobrevivido a la primera rociada.